El Real Madrid va de más a menos: gana las dos primeras Ligas y aún le llega para alcanzar la final de la Copa de Europa en 1981 (Molowny deja al equipo campeón y Boškov continúa los éxitos) y luchar las otras cuatro ligas hasta el final, gracias a un mediocampo trabajador (Del Bosque, Gallego y el más creativo Uli Stielike), jugadores con fuerte personalidad (Camacho, Juanito y el veterano Pirri reconvertido en líbero) y calidad en el remate de Cunningham y Santillana; los últimos años, con Di Stéfano en el banquillo, rozará el éxito, pero no sumará ningún título.
