Es una muestra más de la vinculación entre la élite y el fútbol modesto. Es lo que ocurre en Tàrrega, provincia de Lleida, con el Campo Municipal Joan Capdevila, bautizado en honor de su jugador más ilustre: el único que ha ganado una Eurocopa y un Mundial. De hecho, Joan Capdevila quiso que uno de los últimos equipos de su carrera fuera el Santa Coloma de Andorra, tras una exitosa carrera futbolística.